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POLERAS.COM: EL BLOG DE ALEXIS IBARRA

Broadcasting en la era de la banda ancha: Yo también estuve allí

Broadcasting en la era de la banda ancha: Yo también estuve allí Y eso que la conexión que tenemos ahora será un chiste con lo que viene, y aún así ya estamos comenzado a sentir que la red supera en instantaneidad y calidad a los medios tradicionales. Pasó con dos acontecimientos mediáticos recientes: la serie de conciertos Live8 y la misión "Deep Impact".

La antesala de ambos fue ampliamente difundida por todos los canales de TV, las radios y la prensa escrita, pero a la hora de querer convertirnos en un testigo privilegiado del acontecimiento -así como nuestros padres siguieron "en vivo" la llegada del hombre a la luna- los medios tradicionales nos dejaron abandonados.

En el caso de Live8 las alternativas tradicionales venían por la emisión diferida y editada de MTV o la transmisión semi en vivo y con comentarios lesos de la radio Concierto. La alternatica WEB en cambio te permitía elegir que concierto escuchar (eligiendo la ciudad) y si querías escuchar lo mejor de cada uno podías elegir una transmisión que los pinchaba a todos. Si llegabas tarde existía la posibilidad del ReBroadcasting.

En el caso del "Deep Impact" no era necesario estar en un observatorio o en la Nasa para tener información de primera fuente. EL canal de la NASA transmitió con dos horas de antelación todas las alternativas del "gran" acontecimiento (que en realidad no fue tan tan grosso, pero les sirvió a los norteamericanos para recuperar la confianza).

Aquí un relato un tanto añejo que escribí en la noche del impacto y que fue publicado al día siguiente por El Mercurio. Trataba de mostrar lo cercano que uno puede estar a acontecimientos que se ven distantes gracias a la web y que verdaderamente ya no es necesario "estar para hacer".

Yo también estuve allí

Los madrugadores pudieron ver el evento por internet en directo.

Alexis Ibarra

No era necesario estar a miles de kilómetros de la tierra. Ni siquiera en un observatorio en Hawai o en la Cuarta Región o rodeado de especialistas. Desde mi casa, con mi conexión a internet y una tacita de café vi en vivo y directo la transmisión que hizo la Nasa TV a través de la web.

Desde las 23 horas comenzaron a transmitir, tal como lo hace TVN cuando hay un partido de Chile: opiniones de los especialistas, un recuento de los datos y fechas importantes y cámaras que se sumergían en una sala del Jet Propulsión Laboratory, en California.

La página web mostraba una cuenta regresiva hacia el impacto y con vistos buenos iban marcando cada una de las etapas que se iban cumpliendo. Lo más crítico: cada uno de los cambios en la ruta que permitían corregir la dirección del impactador para que llegara a destino.

Mientras el proyectil se acercaba al cometa iban pareciendo imágenes de mala calidad y en un tono verde del acercamiento del impactador.

A la 1:58 de la mañana comenzaron los gritos y aplausos de los científicos, sobre todo los con camiseta roja -los del Impact Team, el equipo encargado de que el impacto fuera exitoso-, ya que una voz por radio les anunciaba que se confirmaba que el impacto había ocurrido a las 1:55 y que las imágenes eran fabulosas. En la señal de TV mostraban imágenes del proyectil chocando con la parte inferior del cometa y en la página se anunciaba el éxito con una gran foto en portada.

Decidí ver entonces las páginas de Gemini y el Observatorio Europeo Austral (ESO) para ver si habían reaccionado. Gemini seguía con su sitio sin actualizar la información. ESO anunciaba con una nota breve el éxito de la misión. Misión cumplida para mí y para el impactador. Hora de dormir para los dos.

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