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POLERAS.COM: EL BLOG DE ALEXIS IBARRA

Las peripecias del enfermo

El jueves, después que la doctora me examinara y me dieran licencia nuevamente, debía hacerme unos exámenes. Era un doppler y una ecotomografía de partes blandas que debía mostrarselos al día siguiente (el viernes), para ver cómo estaban.
Pedí la única hora que le quedaba ese día -las 12 en punto- para pasar un fin de semana con un diagnóstico tranquilizador y además para tranquilizar a mi madre que insistía en que yo tenía algo a nivel circulatorio.
Pero también era la única oportunidad para ver a mi doctora ya que el lunes salía de vacaciones por una semana. Era ese día o nunca.
Después, cuando estaba viendo las noticias de la noche, me di cuenta que era a la hora del partido de la rojita chica. Pucha...todo sea por la salud, me dije a mi mismo.

Nueve de la mañana en punto y llaman para decir que la doctora se enfermó (el jueves se veía sanita, para mí que adelantó las vacaciones). Me ofrecían cambiar de doctor. Dije altiro que sí, además, ya estaba pensando buscar una segunda opinión. Además eso significaba que podría ver el partido tranquilo en la cama.

El partido fue un bodrio. (recién supe que Chile clasificó por milagro).

A las 18.45 fui al doctor y le llevé los nuevos exámenes. No tenía mi ficha, ni nada. Tuve que contarle el cuento desde cero. Antes de ver los exámenes me miró la pierna. Después tomó los exámenes y me dijo que estaban buenos y que no tenía de qué preocuparme. La infección persistía pero con la medicación iba a desaparecer, lo único es que el proceso andaba muy lento. Lo mejor es que me dijo que mejor no me pusiera la penicilina con Benzatina porque me iba a dejar la pata tieza como dos días.
Recetó reposo con la pierna en alto.

En resumidas cuentas, no tengo nada muy preocupante y mi pierna debe seguir el lento proceso de desinfección. Aunque todavía me duele un poquillo.

1 comentario

Mario de Temuco -

¡Animo, buen muchacho! Estamos pendientes de ti. Te queremos mucho.