Enfermo... pero mejorando
Algunos, lo más cercanos, ya lo sabrán. Otros se habrán dado cuenta de que el blog no se actualizaba (aunque eso no es algo muy extraordinario)
Estuve enfermo. Una bacteria atacó mi pierna izquierda el domingo, dejándome muy mal parado ese día (fiebre casi en los 40, dolor de cabeza y escalofrios y tiritones). Pensando que era un resfrio fuerte que venía me fui a la casa (ese domingo me toco turno en el diario). Pero al caminar hacia el auto me di cuenta que apenas podía caminar. La cosa se estaba poniendo rara.
Como pude maneje hasta la casa y de ahí mi señora y un amigo me llevaron a la clínica Santa María.
Tras los exámenes de rigor y de constatar que tenía muuucha fiebre, me sacaron sangre para dictaminar, una hora después, que tenía una grave infección en la pierna y que tenía que quedarme hospitalizado un par de días para tratarme la infección con antibióticos intravenosos.
Al final el par de días se transformaron en cinco y recién el viernes en la tarde pude salir de alta (la infección no estaba controlada y había tomado una gran extensión de la extremidad), con un montón de medicamentos y una dieta estricta a cuestas.
En la clínica me trataban con sumo cuidado ya que mi apnea del sueño, mi resistencia a la insulina y mi hipertensión (espero que nadie de mi Isapre lea esto)eran factores de riesgo.
Nutricionistas iban a darme charlas de la importancia de la alimentación balanceada y lo que debía y no comer. Mal que mal tenía el famoso Sindrome Metabólico.
En resumen nada de azucar, restricción en aquellas frutas más dulces (las más ricas), poco carbohidrato, poquísima sal. Además por un tema del ácido úrico alto nada de acelga, tomate con pepa, alimentos integrales, champiñones o lentejas.
La primera ida al supermercado después de la dieta fue entretenida. El tema de las etiquetas y la tablas de aporte nutricional son todo un caso a estudiar. También las diferencia que pueden existir en aportes de carbohidratos y calorías en dos productos que tienen la denominación light o diet.
Debe haber mucha gente en la misma disyuntiva de pdecer "Sindrome Metabólico" y que debe estar tratando de comer en forma restringida, balanceada y mejor. Así que una de las cosas que me propuse es crear un apendice de este blog dedicado al Sindrome Metabólico para poner datos de productos buenos y baratos, algunas noticias de investigaciones relacionadas con el tema y experiencias personales de los que quieran aportar. Entre todos podemos pasarnos datitos y ayudarnos a que la vida sea más dulce, sin tanto dulce. ¿Me explico o no?
Para cerrar, agradecimientos a los que fueron a verme a la clínica.
Mis padres que viajaron de Temuco especialmente, mi señora Marcela y mi hijo Cariro (que un día no fue porque prefirió quedarse jugando en la casa) mi tía Angélica y mi abuelo Enrique, mi Tía Lilian y mi abuela Lidia, mi tío Toño y la tía Cristina, el tío Ricardo Millar (que vino a la casa), mi prima Lorena y mi primo Alejandro, mi prima Karina y mi cuñado Luchín.
Lilian Duery, Lorena Guzmán, Pamela Carrasco, Arturo Catalán, Nicolás Luco, Eliette Angel y Richard García. Todos colegas y buenos amigos de El Mercurio.
Mis amigos temucanos: Manuel Contreras (el Mamo bueno), Francisco Carrasco y Paolita Tapia (que ya me ofreció ayuda para la página del síndrome metabólico, ya sabemos el dato de las sopas Svelty para uno, por ejemplo), Francisco Ortega, Claudio Nuñez, Deyse Sandoval y Jorge Silva.
Y a todos los que llamaron por teléfono.
A los que no llamaron y no fueron, que el señor los perdone. :-)
Estuve enfermo. Una bacteria atacó mi pierna izquierda el domingo, dejándome muy mal parado ese día (fiebre casi en los 40, dolor de cabeza y escalofrios y tiritones). Pensando que era un resfrio fuerte que venía me fui a la casa (ese domingo me toco turno en el diario). Pero al caminar hacia el auto me di cuenta que apenas podía caminar. La cosa se estaba poniendo rara.
Como pude maneje hasta la casa y de ahí mi señora y un amigo me llevaron a la clínica Santa María.
Tras los exámenes de rigor y de constatar que tenía muuucha fiebre, me sacaron sangre para dictaminar, una hora después, que tenía una grave infección en la pierna y que tenía que quedarme hospitalizado un par de días para tratarme la infección con antibióticos intravenosos.
Al final el par de días se transformaron en cinco y recién el viernes en la tarde pude salir de alta (la infección no estaba controlada y había tomado una gran extensión de la extremidad), con un montón de medicamentos y una dieta estricta a cuestas.
En la clínica me trataban con sumo cuidado ya que mi apnea del sueño, mi resistencia a la insulina y mi hipertensión (espero que nadie de mi Isapre lea esto)eran factores de riesgo.
Nutricionistas iban a darme charlas de la importancia de la alimentación balanceada y lo que debía y no comer. Mal que mal tenía el famoso Sindrome Metabólico.
En resumen nada de azucar, restricción en aquellas frutas más dulces (las más ricas), poco carbohidrato, poquísima sal. Además por un tema del ácido úrico alto nada de acelga, tomate con pepa, alimentos integrales, champiñones o lentejas.
La primera ida al supermercado después de la dieta fue entretenida. El tema de las etiquetas y la tablas de aporte nutricional son todo un caso a estudiar. También las diferencia que pueden existir en aportes de carbohidratos y calorías en dos productos que tienen la denominación light o diet.
Debe haber mucha gente en la misma disyuntiva de pdecer "Sindrome Metabólico" y que debe estar tratando de comer en forma restringida, balanceada y mejor. Así que una de las cosas que me propuse es crear un apendice de este blog dedicado al Sindrome Metabólico para poner datos de productos buenos y baratos, algunas noticias de investigaciones relacionadas con el tema y experiencias personales de los que quieran aportar. Entre todos podemos pasarnos datitos y ayudarnos a que la vida sea más dulce, sin tanto dulce. ¿Me explico o no?
Para cerrar, agradecimientos a los que fueron a verme a la clínica.
Mis padres que viajaron de Temuco especialmente, mi señora Marcela y mi hijo Cariro (que un día no fue porque prefirió quedarse jugando en la casa) mi tía Angélica y mi abuelo Enrique, mi Tía Lilian y mi abuela Lidia, mi tío Toño y la tía Cristina, el tío Ricardo Millar (que vino a la casa), mi prima Lorena y mi primo Alejandro, mi prima Karina y mi cuñado Luchín.
Lilian Duery, Lorena Guzmán, Pamela Carrasco, Arturo Catalán, Nicolás Luco, Eliette Angel y Richard García. Todos colegas y buenos amigos de El Mercurio.
Mis amigos temucanos: Manuel Contreras (el Mamo bueno), Francisco Carrasco y Paolita Tapia (que ya me ofreció ayuda para la página del síndrome metabólico, ya sabemos el dato de las sopas Svelty para uno, por ejemplo), Francisco Ortega, Claudio Nuñez, Deyse Sandoval y Jorge Silva.
Y a todos los que llamaron por teléfono.
A los que no llamaron y no fueron, que el señor los perdone. :-)
2 comentarios
kmeza@minvu.cl -
Que bueno que ya estás mejor... quién se iba a imaginar que detrás de ese cuerpo robustito, se esncondía una maligna bacteria?.
Menos mal que ya estás mejor por lo que tendré que pagar la manda a san Bacterin de lo Pobres. Todo esfuerzo vale por mi primito regalón (siempre aval)
Karina
PS: MI mamá siempre rezó por ti. :=)
EL TRAUKO -