La Canción de los Hombres
Lo leí en el Blog de Camilo Herrera, y trata sobre esa rara costumbre de castigar para corregir, sancionar para enseñar, esconderse para estar seguro.
Los invito a leer un breve texto de Tolba Phanem, traducido del portugués por G. Leone que me cambio el paradigma.
La Canción de los Hombres
Cuando una mujer de cierta tribu de África sabe que está embarazada se retira a la selva con otras mujeres y juntas rezan y meditan hasta que aparece la canción del hijo que vendrá.
Cuando nace el bebé la comunidad se reúne y le cantan su canción.
Luego, cuando el pequeño comienza su educación, el pueblo se reúne y le cantan su canción.
Cuando se vuelve adulto, la gente se junta nuevamente y le cantan.
Cuando llega su casamiento la persona vuelve a escuchar su canción.
Finalmente, cuando su alma está lista para partir, la familia y amigos se le acercan y, como en su nacimiento, le cantan su canción para acompañarlo en su viaje.
En esta tribu de África, existe otra ocasión en que los hombres cantan la canción.
Si en algún momento de su vida la persona comete algún crimen o un acto social aberrante lo llevan hasta el centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor.
Entonces le cantan su canción.
La tribu reconoce que la forma de corregir las conductas antisociales no es el castigo sino el amor, y el recordar la propia identidad.
Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseo ni necesidad de perjudicar a nadie.
Tus amigos conocen tu canción y te la cantan cuando la olvidas.
Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes o las oscuras imágenes que muestras a los demás.
Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo;
Tu totalidad cuando te sientes quebrado;
Tu inocencia cuando te sientes culpable
Y tu propósito cuando estás confundido.
Los invito a leer un breve texto de Tolba Phanem, traducido del portugués por G. Leone que me cambio el paradigma.
La Canción de los Hombres
Cuando una mujer de cierta tribu de África sabe que está embarazada se retira a la selva con otras mujeres y juntas rezan y meditan hasta que aparece la canción del hijo que vendrá.
Cuando nace el bebé la comunidad se reúne y le cantan su canción.
Luego, cuando el pequeño comienza su educación, el pueblo se reúne y le cantan su canción.
Cuando se vuelve adulto, la gente se junta nuevamente y le cantan.
Cuando llega su casamiento la persona vuelve a escuchar su canción.
Finalmente, cuando su alma está lista para partir, la familia y amigos se le acercan y, como en su nacimiento, le cantan su canción para acompañarlo en su viaje.
En esta tribu de África, existe otra ocasión en que los hombres cantan la canción.
Si en algún momento de su vida la persona comete algún crimen o un acto social aberrante lo llevan hasta el centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor.
Entonces le cantan su canción.
La tribu reconoce que la forma de corregir las conductas antisociales no es el castigo sino el amor, y el recordar la propia identidad.
Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseo ni necesidad de perjudicar a nadie.
Tus amigos conocen tu canción y te la cantan cuando la olvidas.
Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes o las oscuras imágenes que muestras a los demás.
Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo;
Tu totalidad cuando te sientes quebrado;
Tu inocencia cuando te sientes culpable
Y tu propósito cuando estás confundido.
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Manuel -